Nace en Murias de Paredes (León) en un mes de marzo frío y bastante lejano: Había una nevada de metro y medio, pero aún así lo llevaron a la iglesia y allí le cayo el primer jarro de agua fría, por eso mismo y por su carácter rencoroso es un anticlerical recalcitrante que persigue la apostasía, palabra bien hermosa por cierto.
Si hubiese que clasificarlo dentro del género humano podríamos decir que es un ser raro y hermético como un tarro de mermelada de ortigas. Él estaría encantado con esa definición.
Estudió Bellas Artes en la Universidad de Valencia. Desde hace cuatro sexenios se dedica a la docencia profesión en la que entró de mercenario y que con el paso del tiempo ha logrado que no sea la principal culpable de su estado mental.
Dedica las mañanas al tratamiento psicoterapéutico que supone colocarse delante de un lienzo en blanco que la mayor parte de las veces cubre con personajes anónimos que pululan por debajo de su ventana.
Como tiene pocas pretensiones se conforma con que su musa visite el estudio y le diga cuanto le gusta lo que hace (en el fondo es un vanidoso).
Hoy por ejemplo tiene ganas de quemarlo todo. Al fin y al cabo ya cumplieron su función en cuanto fueron creadas: para desahogo íntimo, unas veces, como goce, las menos y siempre como una necesidad obsesiva y estúpida.
Mañana pensará que son parte de su biografía y como los errores, las ira amontonando en el almacén.